martes, 5 de abril de 2011

La fábrica de Hojalata de San Miguel

No muy lejos de Juzcar se encuentran las ruinas de lo que fue la primera industria siderúrgica de Andalucía. Se pueden visitar sus ruinas. En la actualidad están dentro de la finca llamada "La Fábrica", precisamente en su recuerdo. Para quién quiera acercarse aquí dejo un enlace a mi página de wikiloc donde describo el camino a recorrer desde Marbella, o si se prefiere, desde Ronda:

Fábrica de hojalata

y aquí el plano topográfico con la ubicación:

La Real Fábrica de Hojalata de San Miguel nació por la iniciativa de dos suizos que querían poner en valor sus conocimientos siderúrgicos. En el año 1725 pidieron autorización para montar una fábrica con la idea de fabricar hojalata. En esa época, el rey absolutista Felipe V era permeable a todas las ideas manufactureras. Recordemos que es la época en la que se crean manufacturas de iniciativa real como la fábrica de tapices de Santa Bárbara, la de cristal de San Ildefonso o la de porcelana del Buen Retiro. Por tanto la idea se aprueba y ya en 1726 se firma un Real Privilegio donde se concede un monopolio para la fabricación de hojalata en España durante15 años y además se fijan las condiciones para la utilización de los recursos de la zona, como el agua y la madera. Ya en 1730 estaba funcionando el alto horno y en 1731 el proceso de estañado empezaba su producción. La historia de su actividad es relativamente corta ya que a partir de 1750 empiezan a escasear noticias y en la década de 1780 la producción es abandonada. Problemas vecinales por la utilización de los recursos generó multitud de tensiones que no hicieron rentable la actividad y abocaron a su clausura.

Evidentemente, para cualquiera que vaya por la zona percibe que la accesibilidad es complicada, incluso hoy en día, por lo habría que preguntarse el motivo de esta extraña ubicación. Y los motivos son varios. El primero, la extensa masa forestal que facilitaba cubrir las necesidades energéticas del alto horno. En segundo lugar el curso de agua del río Genal que proveía, mediante ruedas hidráulicas, del movimiento necesario para accionar los elementos mecánicos que laminaban el hierro. En tercer lugar, la cercanía de las minas de magnetita que eran la materia prima principal de la fabricación de la hojalata. En último lugar, la demanda estaba relativamente cerca ya que desde 1704 los ingleses habían tomado Gibraltar con lo que la población y las necesidades de recursos se habían incrementado con motivo de esta nueva frontera.

Las estructuras que componían el ámbito fabril están estupendamente esquematizadas en un cartel que se encuentra en el camino que lleva a los restos y que muestro en la foto adjunta:


La parte que es fácilmente accesible aparece con el nombre de "Plaza de San Miguel", en la margen izquierda del Genal. Fundamentalmente quedan los muros y arcos de los edificios marcados como 4 y 5. En el edificio 4 es donde se realizaba el proceso de estañado, o sea, el recubrir la lámina de hierro con una fina capa de estaño que evitaba su oxidación. Este proceso era "secreto" por lo que el edificio estaba cerrado para evitar miradas indiscretas. Se hacía mediante el procedimiento de inmersión en caliente. Hoy en día este proceso se hace mediante electrodeposición.


Interior de la nave de estañado



Exterior de la nave de estañado
 También se pueden observar los restos de las naves del almacén de hierro y algunas viviendas de los obreros, así como la capilla; todo esto peor conservadas, naves 6, 7 y 9


Exterior de nave almacén de hierro
 Subiendo por el carril que nos devuelve hacia Juzcar se perciben naves dispersas y escondidas entre la maleza que invitan a realizar prácticas de arqueología industrial.

Una nave de la margen derecha

La visita merece la pena, ya que además de disfrutar de paisajes increíbles podemos admirar uno de los primeros complejos siderúrgicos de España.

Y para terminar, dos curiosidades:
  • Debido a los problemas de accesibilidad y con objeto de abaratar el transporte, se utilizaron camellos para el movimiento del mineral. Estos estaban mejor adaptados para llevar grandes cargas y de manera más eficiente que los burros.
  • La fábrica necesitaba operarios especialistas que no había en España. Se contrataron trabajadores alemanes que, algunos dicen, tuvieron que salir del país escondidos en toneles, ya que en la época estaba prohibida su contratación. Estos 200 alemanes han dejado su impronta en la comarca ya que es normal encontrarnos con rubios de ojos azules por esta zona, seguramente descendientes de estos extranjeros, pero ya totalmente integrados en el paisaje y paisanaje.

2 comentarios:

  1. No puede estar mejor escrito. Ánimo y a por otra historia...
    Bss,
    ILU

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  2. hola una preguntiya el trank de la ruta que has suvido al wikiloc de la frabrica de hojalata se puede hacer con un turismo los carriles que son de tierra o alfatado.gracias espero tu repuesta

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