domingo, 10 de enero de 2016

El Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste

Cerca de la población de Cuacos de Yuste había un pequeño cenobio que fue acondicionado para recibir al emperador Carlos V. Allí, una vez construido un Monasterio y un Palacio, pasaría los últimos años de su vida después de abdicar en su hijo Felipe II. Se trasladó en 1557 aunque es evidente que no fue buena idea ya que murió de paludismo solo un año mas tarde. Esta enfermedad era endémica todavía en muchas partes de España. 
Un lugar muy interesante e incluido  en la mayoría de los recorridos turísticos.

Lo que suele pasar desapercibido para el turista es el cementerio militar alemán que se encuentra a unos doscientos metros bajando por la carretera que nos lleva al pueblo de Cuacos. Es un lugar tranquilo y bello que recomiendo visitar.
En este camposanto descansan 180 militares alemanes muertos en la I y II Guerra Mundial en nuestro país.


La Comisión de Cementerios de Guerra Alemanes, nacida en 1919, se ha encargado desde entonces de buscar y mantener las tumbas de los militares alemanes muertos fuera de sus fronteras. Cuando la Comisión se planteó crear un cementerio en España, el vínculo de Carlos I de España y V de Alemania les decidió a ubicarlo cerca de la última residencia del emperador. Para ello adquirieron en 1975 este terreno en la el término de Cuacos de Yuste.

En 1980, al mismo tiempo que comenzaban las obras del cementerio, se le encargaba a una funcionaria de la Embajada de Alemania en España que localizara las tumbas de los soldados alemanes que se encontraban dispersas por todo el territorio con el objeto de exhumarlos y trasladar sus restos al nuevo cementerio. Durante tres años que duraron las pesquisas fueron localizados 186 cuerpos entre soldados y marineros, aunque finalmente solo pudieron ser trasladados 180. Tampoco fueron enterrados otros 25 ya que sus cuerpos estaban dispersos en osarios comunes, pero la Comisión decidió mantener los cenotafios con una inscripción en la cruz que pone “In Memoriam”.

El cementerio fue inaugurado en junio de 1983 con la asistencia de muchos de los familiares de los enterrados. Se concelebró una misa oficiada por el abad del Monasterio de Yuste y un pastor protestante. Cada año, el segundo domingo de noviembre, la Comisión organiza en los 827 cementerios que tiene repartidos por todo el mundo el Día de Luto Nacional. También se celebra en este cementerio de Cuacos de Yuste.


La configuración del cementerio recuerda a los grandes camposantos que podemos ver en Normandía o al de Arlington en Virginia, en una escala mas modesta y con cruces de granito gris, todas iguales y simétricamente dispuestas a los pies de los enterramientos.

Las historias personales de todos estos militares han sido recopiladas por José Carlos Violat, Francisco Javier Verdú y Agustín Ruzafa en un libro editado por la Diputación de Cáceres. Entre las diversas historias son destacables los marinos muertos en un submarino alemán, el U-77, cerca de Altea y que fueron recogidos por dos pesqueros de la zona o la del aviador Bockler que falleció en la isla de Cabrera y sobre el que pesa una leyenda de apariciones.

Para ampliar la información:
VIOLAT, VERDÚ y RUZAFA: “ El cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste”. Cáceres. 2015

viernes, 8 de enero de 2016

La Cuevona

Cuevas del Agua, una pequeña aldea a orillas del famoso río Sella perteneciente al concejo de Ribadesella en el Principado de Asturias, tiene una característica que la hace muy especial: para llegar a esta localidad en automóvil es necesario atravesar una cueva, toda una cueva de origen kárstico con sus estalactitas y estalagmitas por el que serpentea una carretera asfaltada de unos 300 metros. No hay otra entrada para el tráfico rodado.





La experiencia recuerda a la novela de Julio Verne, “Viaje al fondo de la Tierra”, donde unos aventureros después de adentrarse en las profundidades a través de una chimenea volcánica se encuentran un mundo nuevo y distinto con dinosaurios y todo un ecosistema jurásico.



En nuestro caso la aventura es menos espectacular y lo que nos encontramos son paisanos asturianos, no mas de 100, que son los censados, y algunos turistas, en un pueblo típico de la región con sus hórreos y sus casas rurales.


Esta cueva, denominada la Cuevona, esta muy cerca de Ribadesella, se llega por la carretera local denominada RS-3. Además de adentrarnos por la Cuevona se puede pasear por un pueblo muy tranquilo e incluso practicar senderismo por las riberas del río Sella.